El Tuishou o "empuje de manos" son tan importantes para la práctica de las Artes Marciales Internas como lo son la meditación y las formas. En apariencia el Tuishou tiene el aspecto de poner en práctica la parte más marcial del Taijiquan, o de cualquier estilo interno, pues mientras que los movimientos de la secuencia tienen una aplicación marcial visible, es en el Tuishou donde se pretende practicar los principios básicos de estas artes al tener que aplicarlas a un compañero. Pero el verdadero objetivo para con el Tuishou no persigue el combatir, ni siquiera ganar el combate, sino más bien desarrollar la capacidad de escuchar, entender y corregir. Avanzar en la comprensión de nuestro movimiento y entender y anticipar el del compañero.
Cuando se practica Tuishou uno es capaz de valorar si realmente tiene la habilidad de actuar de forma relajada, si puede establecer una distinción clara entre su peso "vacío" y "lleno" y del del compañero, si puede mantener de manera constante el equilibrio y el centro de gravedad y si en el movimiento del cuerpo, brazos y piernas existe una armonía y una completa conexión en la estructura. Hasta que no se practica el empuje de manos no se puede llegar a entender correctamente los principios filosóficos de la práctica como el de "ceder ante la fuerza" o "lo blando vence a lo duro". Al no entender su aplicación no se puede avanzar en dichos principios.
El Tuishou es la práctica a través de la que podemos entender la complementariedad de yin y yang, la existencia del uno dentro del otro y su transformación a partir del movimiento, el Taiji.
Para desarrollar bien los principios del Tuishou es necesario practicar con varios compañeros con los que poder medir las diferentes técnicas adaptándose a practicantes de diferentes niveles así como diferentes pesos y tamaños.
El objetivo es alcanzar la escucha de la energía (Ting Jin), la comprensión de esa energía (Dong Jin) y la aplicación correcta de la energía (Fa Jin). Se empieza por desarrollar la sensación del contacto, de forma que cuando cualquier fuerza externa entra en contacto con cualquier parte del cuerpo uno sepa ceder o resistir. Ting jin nos permite reaccionar antes que nuestro oponente.
Practicar el Tuishou relajados es lo que permite transformar la fuerza muscular (Li) en fuerza energética (Jin). Si no somos flexibles somos inestables, si somos fuertes alguien más fuerte nos puede desequilibrar. Por esta razón ayuda mucho a la práctica hacerlo con alguien más fuerte, pues pronto aprendemos que la fuerza no es suficiente. Por eso el Tuishou se practica con lentitud, para desarrollar la escucha y la comprensión de la energía interna en el nivel en el que se actúa directamente sobre la energía.